martes, 22 de noviembre de 2011

[SeIdea][FanFic] Pleasure & Love 4 [TykixLavi]

Anime: D.Gray-Man
Pareja: TykixLavi

Sobresaltado, se sentó en la cama. El corazón le dio otro vuelco al sentir un par de brazos sujetándole de la cintura, impidiendo que hiciera mayor movimiento. A su mente, acudieron de golpe los recuerdos de hacía casi dos meses, cuando el Noah se apropió de su cuerpo, cuando lo recorrió con la maestría del caminante que conoce el sendero a fuerza del tiempo que lleva andando en él, contra su voluntad. Se estremeció, quedándose inmóvil en la oscuridad, entre las sabanas que acallaron su murmullo para dejar que temblara a gusto, que el temor y el asco se azuzaran, reaflorando.

--¿Estás bien? –Incorporándose a su lado, Thiago tomó su mano derecha y besó su dorso con delicadeza.

La luz de luna que se coló por la pequeña ventana y su cortina, paralela a la cama, proyectó la sensual sombra de aquel hombre contra la pared, aunque con esa piel de alabastro, a veces le resultaba imposible de creer a Lavi, que pudiera crearse una sombra, oscuridad. Sus cabellos rizados cosquillearon su sensible piel hasta llevarse los restos, aunque no los fantasmas, de esas memorias que obligaban al joven exorcista y Bookman, a permanecer ahí, incapaz de atreverse a salir de nuevo al mundo para seguir con su labor. El Noah, se había llevado algo muy importante de él, aparte de su Inocencia… o bien, había dejado algo tan grande y pesado, que le resultaba imposible dar un paso sin ser aplastado.

--Estoy bien. –Mintió curveando trémulamente sus labios, hasta conseguir un amago de sonrisa, apenas una fracción de aquella traviesa despreocupación que solía caracterizarle.

--¿Y tengo que creerte? –Preguntó tirándolo en la cama y colocándose sobre suyo, sujetando gentilmente las muñecas a los costados de su cabeza.

--No te estoy pidiendo que lo hagas. -Replicó ladeando el rostro para evitar que su mirada viajara por el bien trabajado cuerpo de Thiago, curtido por el trabajo en la mina a dos días de viaje en un destartalado tren que cruzaba el pueblo cercano, mismo trabajo que dos semanas atrás lo obligó a la soledad, para que a su regreso, sucediera lo impensable.

--Qué bien, porque no te creo nada. –Respondió juguetón, buscando sus gafas en la improvisada mesita de noche, colocándoselas, para luego sujetar del mentón a Lavi.

Thiago, había sido su salvador en tantos modos, que la gratitud que sentía hacía él, solo era comparable con el fuego en su pecho, del que solo fue consciente hasta el momento en que lo vio cruzar la puerta de regreso del trabajo en la mina: Thiago le rodeo por la espalda en un alegre abrazo sin más intensiones, Lavi, sin pensarlo demasiado se giró, y el destino quiso que la distancia entre su boca y la del otro fuera escasa, y que por ende, el cuerpo reaccionara antes que la razón. Para cuando la razón hizo acto presente, el placer se había desbordado, un juramento de amor unía sus manos, y los recuerdos del Noah estaban suspendidos en un pequeño fragmento de olvido. Si, tal vez en parte aun cedía al temor, a los recuerdos, a la debilidad, solo por tener una excusa para seguir a su lado. Tal vez, en parte también lo ataba la misma sensación que un momento dado, entre pesadillas mezcladas con recuerdos, sabía, sintió con el Noah, resumida en un “lo conozco”, adornada con “¿Por qué? ¿De dónde? ¿Cuándo?”.

Dejó de pensar cuando sus miradas se entrelazaron. Aspiró profundo el aroma a campo y sensualidad... y… se echó a reír. Thiago enarcó una ceja, levemente ofendido por la brutal ruptura del ambiente.

--L-lo siento… g-ga-gafas. –Justificó el exorcista entre risotadas, sujetándose el estómago y dando vueltas en la cama. Y no era para menos. El hombre que tenía encima suyo podía tener un cuerpo que aun con esas desgastadas ropas que usaba, incitaba a la lujuria, y una voz que arrastraba de la dulzura a la perdición, pero las gruesas gafas que decoraban su rostro eran un golpe de gracia… literalmente.

--Cruel… -Dijo tras dejarlo desahogarse a gusto unos minutos, tomándole el rostro para obligarlo a un beso que desvaneció la diversión, para dar rienda al amor.

***

Exhausto, Lavi soñaba de nuevo, sereno.

Sentado a la orilla de la cama, Thiago acomodó los mechones rojizos de cabellos para despejar su rostro, acariciando sobre el parche e inclinándose para besarle sin despertarlo, apenas un roce. Se puso en pie, y salió de la pequeña casa de dos habitaciones en mitad del campo, recargando la espalda en un árbol de frondosa y verde copa, con unos salpicados violetas de pequeñas flores. Colocó entre sus labios un cigarro, y lo encendió, dando una primera y profunda calada.

--¿Cuánto tiempo más planeas jugar con ese exorcista, Tyki? –Reproche, regaño y a la vez, un torcido regocijo, en la pregunta de una pequeña niña Noah que sostenía una sombrilla violeta, con una calabaza en lo alto.

--Al Conde no le va a gustar nada si se llega a enterar, lero. –Informó la sombrilla, al ser cerrada, encogiéndose del miedo.

La aparición de ambos personajes no pareció tomarlo desprevenido. Dio otra la calada. Liberó el humo, parsimonioso, y sonrió, mirando detrás de las gruesas gafas, a la luna.

--¿Quién dice que estoy jugando?

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Por fin ¡lo logre! El siguiente capitulo y ya vamos tomando camino con este par.

lunes, 21 de noviembre de 2011

[SeIdea][One Shot] Entrega (8059)


Anime: Katekyo Hitman Reborn!
Pareja: 8059 [YamamotoxGokudera]

Aspirar profundo. El aroma de colonia, un aroma fuerte pero no demasiado, como la tierra mojada al caer la lluvia, invade mis pulmones. La imaginación avanza sin hacer caso a mis deseos, u obedeciendo plenamente a ellos contra esta razón que intenta avasallarla en vano.
Tus manos, guían las mías hacia tu cuello. No hay violencia en ese acto, solo amor, algo diferente que me enseñaste a hacer, a pensar en tocar otro cuerpo sin preguntarme en cuantos pedazos puede volar... dejarme tocar, sin temer a la traición. Confianza plena, entrega.
Estas palabras no saldrán de mi boca. Se quedaran enterradas aquí, en mi interior, mientras tus labios danzan por la silueta de mi mortalidad, trazando un camino hacia mi corazón, una ruta privada, un atajo que solo tú conoces, porque solo tú lo creaste.


domingo, 13 de noviembre de 2011

[SeIdea][FanFic] Pleasure & Love 3 [TykixLavi]

Anime: D.Gray-Man
Pareja: TykixLavi

El rizado cabello del hombre blanco cayó por un costado del rostro, al inclinarse sobre el maltrecho cuerpo del conejillo, que en sueños, se estremecía. En cada fibra de su cuerpo, aunque sus ojos yacían cerrados al mundo, permanecían despiertos los recuerdos de las últimas tres noches, en las que sin descanso, un cruel y despiadado demonio se apropió de cada milímetro de su ser, con palabras demasiado dulces y contradictorias, con mensajes que era incapaz de comprender y que con el paso de las horas, fueron dejados aun lado, conforme su mente se hundía en una espesa neblina de Tyki Mikk.

Los labios del hombre, rozaron su hombro al bajar sin tocar, por las curvas de su mejilla y cuello.

--¡Basta! –Gritó, despertando e incorporándose con un golpe a la mandíbula de quien fuera que osaba despertarlo. Reaccionaba por instinto, sin saber qué fue lo que lo despertó. Solo, desatando un destello de furia contenida.

--¡Que fuerza! –Recibió el otro, tanto el grito como el golpe (neutralizándolo con una mano), a sonrisa abierta.

Las mejillas rojas del exorcista, por la fiebre, fueron involuntariamente surcadas por dos hermosos ríos de lágrimas que rompieron la delgada película de orgullo que aún le quedaba. La sabana que envolvía su desnudes, corrió cuesta abajo por la geografía ultrajada de su mortalidad, con sus brazos rodeando el cuello del desconocido de gafas gruesas, a través de las cuales, era imposible divisar mirada alguna.

Los brazos de los que no espero ni deseo nada, le rodearon con delicadeza por la cintura, como a un frágil tesoro, estrechándolo contra su firme pecho. Las preguntar, brillaron por su ausencia.

Encerrado en ese angosto rincón del mundo, había una leve luz de esperanza, y un mar de tormento en los que Lavi prefería no pensar. Por más exorcista que fuera, por más Bookman, por más guerras que hubiera visto, tragedias y tristeza, la pesadilla de los días anteriores no tenía comparación. Era una sentencia particular y ominosa, no solo por haber sido tomado una y otra vez a la fuerza por un Noah… sino por los recuerdos que surgieron y que precedían a ese encuentro, recuerdos en los que su voz declaraba en susurros de placer y pasión, palabras de amor a aquel inmundo ser. Recuerdos, que no conseguía entender de donde provenían, porque estaban ahí, si eran en realidad suyos o un truco sucio, alguna habilidad para confundirlo (entonces ¿Por qué?),

La estadía entre los brazos del hombre que lo sacó de la anónima habitación, y corrió bajó la lluvia que los acogió tras horas de andar incansable a campo abierto, fue un fado surreal de revivir desde la agonía, el dolor e indignación de cada beso, hasta la quimérica algarabía de orgasmos y caricias. Una composición que dejaba pendiente la pregunta: ¿nos conocemos?

Tendido de nuevo en una cama, con la vista nublada y dándose por vencido al intentar enfocar mejor las facciones de su salvador, el exorcista cedió a la necesidad de descansar. Y en los segundos de camino al sueño, que rezaba fuera una apacible escena de mutilación y guerra, o la pelea contra una horda de akumas, antes que volver a estar debajo del Noah, intentó averiguar de dónde provenía esa sensación de conocer al hombre de gafas gruesas. ¿El vagón de un tren, risas de damiselas rodeándolo y el choque involuntario de hombros, una disculpa y un adiós? ¿Una víctima rescatada que le devolvía el favor? ¿Una simple coincidencia en un bar, chocando copas en nombre de la celebración de otro?

¿Era de esta vida?... o… quizás ¿de una vida anterior?


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Entonces soñé.

Carente de cielo o de suelo, mis cinco sentidos estaban concentrados en quien me arrebataba con unas sinceras y cálidas orbes ámbar, el corazón.

--¿Estarás siempre a mi lado? -¿Quién es?

Silencio.

--Aun si es verdad… que eres… -El sueño, las voces, se difuminaron en la espesura la oscuridad que me engulló voraz.

Aun si es verdad que eres… que eres ¿Quién?... ¿Quién eres?
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Me dan hasta ganas de hacer capitulos mas largos, pero se que entonces tendria muchos problemas para seguir publicando de manera constante. Que de por si no lo hago ^^u... así que ya se imaginaran que tan problematico seria.

sábado, 5 de noviembre de 2011

jueves, 3 de noviembre de 2011

[SeIdea][FanFic] Pleasure & Love 2 [TykixLavi]



Anime: D.Gray-Man
Pareja: TykixLavi
Despertó.
Sin sol, sin luz alguna más que el baño ligero de la luna por una ventana abierta, con sus cortinas mecidas a juego perceptible del viento que revoloteaba a gusto en la fría noche, la habitación era una caja de penumbra, de oscuridad casi absoluta, en la que su cuerpo se sumergía y entumía sus pensamientos. Por minutos, no hubo claridad ni en las figuras que veía ni en sus ideas. Era lo más cercano a la paz, y al mismo tiempo, lo más alejado.
Se removió entre las sabanas de la cama donde yacía, para colocarse de lado. Su cabello rojizo cayó sobre sus ojos entreabiertos. Tres segundos bastaron en esa posición, para recobrar la claridad, un seco golpe que lo hizo sentarse con las manos apoyadas en el colchón. La cabeza le daba vueltas, los oídos le zumbaban por lo apresurado del movimiento. Bajó la cabeza al sentir una punzada en el lado derecho, mirando por el rabillo del ojo su alrededor. Era una habitación austera. Al lado de la cama solo había una mesa con una lámpara de petróleo sin encender, una jarra y un vaso. Una silla, apostada al lado contrario, en informe posición, daba a entender que su usuario se había ausentado recientemente.
Contuvo el impulso de preguntar dónde estaba. Buscó a tientas en su muslo, su martillo. Como lo esperaba, aunque rogaba lo contrario, no estaba, ni su banda o la chaqueta. Se sentía…
--¿Indefenso? –Preguntó detrás suyo.
Bajó de la cama, veloz, apretando los puños, listo para atacar al intruso al que no había sido capaz de detectar. Su cuerpo se quedó estático, cuando supo de quien se trataba.
A penas sobre la altura de la cabecera de la cama, medio cuerpo atravesaba la pared de piedra sólida, como si fuese una delgada película de agua. El traje frac, la piel morena, el cabello negro y aquella lasciva mirada perturbaban el ambiente como un gato que merodea la guarida de un ratón, era puro instinto cazador, cerniéndose sobre el instinto de su presa. Pero, no era eso lo que paralizaba a Lavi, sino los estigmas en su frente.
--¿Quién…?
--Sabes quién soy. –Sus labios se torcieron con un sadismo divertido, sacando el resto de su cuerpo de la pared. Avanzando hacia él, sin sortear los obstáculos, solo pasando entre ellos.
--Un Noah. –Gruñó, intentando ocultar el miedo que le atenazaba el alma.
--¡Soy más que eso!, y tú lo sabes perfectamente, -Llegó hasta Lavi, tomándole del mentón, haciendo que lo levantara para que sus miradas siguieran conectadas.- pequeño Bookman. –El tono que empleaba, era el de un viejo conocido… ¡no!... era diferente. Era… era más suave y cadencioso, travieso y perverso, era maldad pura e inocente, que lo seducía sin reparo.
No pudo pensar más. Los labios del Noah llegaron a los suyos, declarándolos de su propiedad con avidez, con sabor a vino tinto. Los brazos, largos y fuertes le rodearon, una trampa sin salida que lo llevó de regreso a la cama. Las manos pasaron de su cintura, a su pecho, acariciando sobre la ropa la piel del exorcista, que se rendía a ellas con inusitada rapidez y sensibilidad. Las manos del Noah tomaron sus muñecas, separando sus dedos de los brazos desde donde intentaba hacer fuerza para apartarse, y llevaron sus puños cerrados a los costados de su cabeza.
--¿Lo recuerdas? –Preguntó en su oído.
--¡No! –Una negativa que agarró por sorpresa a Lavi. Era su voz, eran sus palabras, y era una negativa no de alguien que supiera que no había algo que recordar, sino de alguien que sabe que no quiere recordar. Temor.
--Entonces, te ayudare.
En esa frase, el temor se condensó, aguardando a que el Noah siguiera disfrutando de la boca del exorcista, dejándolo apenas con el aire suficiente para no morir. Los cuerpos chocaban el uno contra el otro sin son. Uno, se resistía a ceder a lo que era inevitable, el otro, solo se mofaba de los desesperados intentos por soltarse de su conejito, proclamándose ganador.
--Recordar te hará bien. –Dijo el Noah con las rodillas a los lados de las caderas desnudas del exorcista. Se despojó del saco tras asegurarse de haber amarrado bien las manos de Lavi a la cabecera con la corbata, gozando de la desesperación esmeralda de sus ojos. Justo… como la primera vez.
--¡No tengo nada que ver con un Noah! Soy un exo…
Los dedos del Noah, era finos y largos, espigas de un campo libidinoso de maldad. Fríos, como trozos de hielo en el más crudo de los inviernos. Suaves, como un dulce pecado, que se deslizaban por su cuerpo forzado a la desnudes. Sus tetillas, torturadas por la boca maestra de aquel demonio, intentaban alejar su atención de lo que se avecinaba y que cortó sus palabras por la mitad, al ocurrir. Dos dedos, se introdujeron en su ser sin preguntar. El dolor avanzó por su columna vertebral, como una corriente eléctrica copulando con un terremoto, agrietando su esperanza al devolverle aquellas imágenes y sensaciones que de alguna manera, había permanecido ocultas hasta entonces. Deja vu.
--Tykki… -Murmuró derrotado.
--No. -¿Tristeza?- Mucho antes de este Tykki ¿me recuerdas?
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Si, es justo lo que piensan: Le hare muchos cambios a la trama original xD muajajajajaja