[SeIdea][FanFic] Pleasure & Love [TykixLavi]

Anime: D.Gray-Man

Pareja: TykixLavi

El cielo, es la única limitación para el trabajo de un Bookman, y su casa de campaña por excelencia. Noches a la intemperie, de lluvia, frío y calor, días soleados, despejados o con grisáceas nubes apretujándose hasta exprimirse. El cielo, es lo único que no cambia, de paso a paso en mi vida, siempre es el mismo, inclemente e indulgente. Y mis días transcurrían bajo esa premisa, sin importar lo que pasara o en que pelea me viera envuelto inclusive después de ingresar a la Orden Oscura. Cada acontecimiento, cada gota de sudor o de sangre, era lo mismo: un dato más. Información que sería transmitida a los siguientes Bookman, a secas, sin un fin en particular más que el de resguardar la macabra historia de la humanidad. No trivialidades ni sentimentalismo. ¿De que servía que el emperador de este u otro país fuera concebido por amor o que sus hermanos cayeran de un árbol? De nada… solo importaban el número de guerras desatadas por cada uno, sus uniones, sus alianzas, sus traiciones.

Sin embargo, aunque pensé que era impermeable al mundo, que después de ver tantas matanzas y conocer tantas personas que un día hablaban contigo y al siguiente desaparecían, ya nada ni nadie, podía introducirse en mi vida de forma significativa, ¡que había logrado vencer los caprichos del destino de patéticas emociones! Ocurrió algo que… no puede prever, en un día como cualquiera.

16 de Octubre

--Una misión… -Bajé del tren. El sonido metálico de los andenes, de las ruedas sobre los rieles, el vapor mezclado con aromas agrios y ebrios, perfumes caros y madera quemada, el chillido de niños, el parloteo de la gente, una mescolanza de la crema y nata con lo más bajo de la sociedad europea del siglo XIX, me absorbió. Cerré los ojos, un segundo, y alejé de mi mente el manoseo constante de información. Ver todo de manera objetiva, podía resultar útil de vez en cuando, para evitar ser presa del pánico y la confusión del maremoto de vidas, como si de un embudo se tratara.

Salí de la estación, fuera o dentro, nada cambiaba, y menos el cielo que ahora se vestía con sus mejores galas de otoñales tonos: el atardecer. Hacía frio, ajusté la bufanda a mi cuello y caminé sin buscar la posada donde me alojaría hasta el día siguiente, en que un carruaje de la Orden Oscura fuera a recogerme para llevarme hasta una anónima y pequeña aldea francesa, ubicada a orillas del Lesse, un afluente del Mosa.

Mi andar sin rumbo me llevó a las afueras de la ciudad, cuando la noche caía en plenitud sobre mis hombros. Las sombras se alargaban como garras espectrales por el suelo iluminado por las ocurrentes lámparas de tabernas y demás sitios de mala-muerte.

--Eh, chico ¿no quieres que te hagamos compañía esta noche? –Preguntaron dos prostitutas desde las puertas de un solitario burdel, con sus pechos sobresaliendo por los mugrientos escotes. El penetrante olor del opio empujaba sus seductoras palabras, el tono burlón y las miradas lascivas que iban a mi entrepierna, mientras se movían bamboleantes a rodearme con sus enclenques brazos, deslizando sus carnosas bocas por mi cuello.

Sonreí con picardía, tomando las manos de una de ellas para besarlas con una ligera reverencia.

--Lo lamento, bellas damas, pero será otra noche. –Silencio, seguido de mal disimuladas risitas.

--Oh. Tenemos un caballero. –Dijo la otra sin soltarme, por la espalda.

--Si… -Un silbido.- es todo… -La voz trastornada.- un manjar. –Un akuma.

Los dedos que acariciaban zalameros mi clavícula, se convirtieron en afiladas cuchillas en la yugular.

--Vaya ¿Esa es la manera de tratar a sus clientes? –Pregunté sin borrar la sonrisa de mis labios, con una ruta de escapa en mente. Estaba acostumbrado a este juego, al tipo de cacería arriesgada donde no solo el uniforme me daba por una diana móvil, sino donde además, acercarme a la gente era una apuesta de vida o muerte, de dejar que entraran en mí para luego alejarme veloz.

--Exorcista idiota…-Musitó el akuma que estaba delante de mí, triunfante, apuntándome con ambas manos. Las manos se desprendieron de sus muñecas, quedando sostenidas solo por dos finos hilos negros, rozando el empedrado de la calle, dejando ver las bocas de un par de cañones.

Flexioné las rodillas, listo para el escape, cuando una voz, fríamente divertida, recorrió mi cuerpo detrás del akuma que me retenía en un abrazo.

--Veo que tienen a un lindo ejemplar aquí.

El akuma que me apuntaba, dio un paso hacia atrás. El otro akuma me soltó y aproveché para separarme y girarme. A penas lo hice, me encontré con una mirada profunda, monstruosa, que acaparó mi consciencia con una terrible fuerza seductora. Su brazo me rodeó la cintura, su otra mano sostuvo una mía. Arqueé el cuerpo hacia el frente, atrapado contra el pecho de un hombre galante de traje frac y sombrero de copa alta, moreno, de cabello largo, negro y ondulante… con siete estigmas en la frente, siete marcas en forma de cruz.

El Noé del placer: Tyki Mikk.

______________________________________________

Con lo que amo esta pareja y que no encuentro DJs de ellos como quisiera, me dio por hacer un ff al estilo HS! xD Que ojala sea de su agrado.