Anime: Katekyo Hitman Reborn!
Pareja: 8059 [YamamotoxGokudera]
--¿Y cómo se va a llamar?
--Aun no lo sabemos. –Respondió sin quitar la mirada de la pequeña criatura rosada envuelta en una cobijita blanca, en la incubadora al lado de la cama donde yacía dormido, su “mami”.
La sonrisa que adornaba ese día el rostro de Yamamoto, tierna, delataba la dicha de la que era presa, con singular descaro. Tsuna, quien lo acompañaba en ese instante, podría jurar que incluso, brillaba, que el aura inocentona que generalmente lo rodeaba, afable entre otras cosas, había sufrido un cambio que en inicio fue paulatino, pero ese día se completó abruptamente en cuanto sus ojos se posaron en su pequeño retoño. Ya no era el infantil Yamamoto que todos conocían, ahora era un infantil pero paterno Yamamoto, que apenas si podía concebir tanta dicha en un paquetito tan pequeño e indefenso, que dormía plácidamente su primer sueño.
--Espero que Gokudera no quiera ponerle un nombre extraño. –Bajó la voz, Tsuna, para que el aludido, de por si inconsciente, no los escuchar.
--O al menos que te deje ponerle un segundo nombre, por si Ippolito, no es una buena opción. –Añadió en tono burlón el Guardián de la Niebla, cruzando la puerta con un enorme peluche con globos, que deposito en la esquina (tres cuartos de la habitación) asignada para los cientos de regalos que desde primera hora de la mañana, comenzaron a llegar.- Me costó lo mío encontrar un oso que cumpliera tus especificaciones de grande, enorme, abrazable y esponjoso, Tsunayoshi.
--Ippolito me parece un nombre divertido.-Espetó alegremente el Guardián de la Lluvia, cerrando los ojos y riendo bajo, salvando del sermón por sus particulares requisitos para el peluche, a su amigo.
Mukuro tomó a Tsuna por detrás y le abrazo de la cintura, pegando la espalda del menudo capo a su pecho.
--No sé porque sentir más pena por él bebe. Si por su madre y la posibilidad de que le desgracie la vida llamándolo Ippolito, o por su padre, y la seguridad de que no haría nada por impedirlo.
--No hay porque exagerar. A mí me parece un nombre… -se rascó la mejilla, intentando pensar en un adjetivo que no contradijera el mismo penar que compartía con su pareja por el recién nacido, pero que tampoco fuera ofensivo, una manera sutil.- curioso.
--¿Curioso? –Le gira el mentón unos grados, lo suficiente para que la mirada caoba del capo y la suya, se encuentren- Tsunayoshi, -una sonrisa macabra se forma en su rostro- como planees llamar a nuestro hijo, algo así como Epicuro… -presiono el agarre de su mano entorno a su cadera.
--¡Pero si aún no estoy…!
--Deberían guardar silencio. Es un hospital y hay una tormenta y su pequeño chubasco, dormidos. –Reprendió juguetonamente Byakuran, entrando detrás de Shoichi, de quien solo se alcanzaba a ver una mata marronrojizo de cabello, detrás de la enorme caja de regalo.
--Hola. –Saludo Shoichi, asomándose por un lado de la caja, apenado por el comentario de su novio.
--Que sepa, nadie te ha dado vela en este entierro. –Contestó arisco, Mukuro, saltándose a Soichi.
--Se supone que es un nacimiento. –Contrario Tsuna inocentemente, siendo reprendido con un pellizco en el trasero, que le hizo encresparse y hacer acopio de fuerzas para fingir indiferencia… antes de doblarse del dolor con la cara refugiada en el pecho de su atacante.
--La vela la tengo… -tras dejar el regalo Shoichi, Byakuran se acercó por detrás y deslizo su mano de las caderas del inventor a…- justo aq…
--¡Con una mierda! ¡¿Es qué ni a pesar de que me abrieron como pescado, pueden callarse y dejarme dormir, jodida bola de imbéciles?! –Una almohada voló hacía la cara de Byakuran, que la esquivó usando de escudo a Shoichi.
--La bella durmiente ya despertó. –Río Yamamoto, tomando en brazos el cálido bultito de amor, que se debatió con flojera en la cobijita.- Ni con tanto alboroto se ha despertado. –Se acercó a Gokudera, robándole un beso, al tiempo que la presencia del pequeño, lanzó el enojo, las náuseas y demás síntomas posteriores a la cesárea, de su “mami”, por la ventana.
Una película rosa aterrizo sobre la escena. Demasiado rosa para el gusto de Byakuran, Mukuro, Hibari y Xanxus –estos últimos, que recién llegaban acompañados de Dino y Ryohei-, que prefirieron salir a tomar un respiro, antes de que se les subiera el azúcar.
--Mira lo que trajo la cigüeña. –Dijo Yamamoto, dejando en los brazos de Gokudera, al bebe, que abrió sus hermosos y neblinosos ojos otoñales, verde oliva, una combinación perfecta entre el esmeralda de su “mami” y el avellana de su papi, estirando torpemente sus manitas hacía el rostro de quien reconocía al instante, aun si formarse una figura nítida, como su “mami”.
--Idiota… -reprendió en un tono dulce, casi al borde de las lágrimas, Gokudera- lo traje yo, y eso puedo asegurártelo. –Sonrío, recorriendo el suave rostro de su pequeño, con una temblorosa mano.
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A falta de inspiración para seguir Jealousy este fin de semana, salió este otro FF, que no se si tendrá continuación -todo depende del publico xD-, pero que se me antojo, solo por el deseo de darle a Gokkun un regalo, así como a Yama-chan, con un MPREG, que espero, haya sido de su agrado. Si lo continuo, tendré que buscarle la explicación a cómo llegamos a los 9 meses xD Aunque se me ocurren varias ideas. Ustedes dirán si le sigo o no xD.
