martes, 14 de febrero de 2012

[SeIdea] Grenade [14 Candy Hearts]


Colección: 14 Candy Hearts
Anime: Natsume Yûjin-Chô
Pareja: Tanume x Natsume

Grenade
 [Bruno Mars]

Madara, alias Nyanko-sensei, ya no contaba los años que tenía en este mundo. Solo sabía que amanecía, atardecía, y que al anochecer, una botella de sake era el remedio perfecto para aliviarse las penas inexistentes, o lo agotador de cuidar al nieto de Reiko, de aquí a que se moría y le dejaba lo que restara del Libro de los Amigos. Ah, suspiraba con pesadez. Ese niño parecía no entender que así como iba, el libro desaparecería antes de lo imaginado.

Abrió la ventana de la habitación de Natsume con un sonoro “¡Ya llegué!”. Nadie respondió.
Intrigado y molesto por la falta de atención, bajó de un ebrio saltó, rodando por el tatami. Tal vez admitiría que ahora si se le habían pasado un poquito las copas.

Se sacudió, y estiró su regordete cuerpo gatuno, haciendo molestos círculos sobre el futón extendido, dispuesto a dormirse para tener las energías a tope cuando volviera el preparatoriano, y darle una lección. ¡Al gran Nyanko-sensei se le debe esperar, y recibir con una fiesta!

Un recuerdo fugaz de la vecina regalándole a la tía, amanattô, lo puso en pie. Como Natsume no estaba, no le quedaba de otra más que servirse con sus propias garritas del plato en la encimera. Si es que podía alcanzarlo sin destruir la cocina rebotando de un lado a otro. No importaba, si rompía algo le echaba la culpa a Nastume y asunto zanjado. Además, él tenía la culpa por no estar.


Bajó al primer piso, maldiciendo.

Al llegar a la cocina, se detuvo, entornando los ojos frente a la puerta. Del otro lado se escuchaban extraños sonidos ¡¿Un youkai?!

--Ta-numa… m-muévelo… ah…

¿Natsume?

Nyanko-sensei ladeo la cabeza, aguzando el oído.

--Tan… ah… suave… y apretado. –Secundo la voz entrecortada del hijo de… ¿qué era? ¿Monje?, que vivía en el Templo.

No se trataba de un youkai, eso era seguro. Entonces ¿qué estaban haciendo? y ¿por qué tenía esa incomoda sensación de que no debía entrar, y si, tenía que irse?

--¡Ah!... m-más adentro. –Rogaba Natsume, aprovechando que sus tíos habían salido a festejar el cumpleaños de un amigo, que caía ese 14 de Febrero.

--El chocolate… se endureció… aquí. –Dijo Tanuma, seguido de un grito de placer del otro.

¿Chocolate? A Nyanko-sensei le llegó una revelación divina. Ese par estaba haciendo chocolate, y no lo habían invitado. ¡Eso se merecía un castigo! Además de que sonaba como si no supieran como hacer un chocolate como era debido, así que antes de que echaran a perder los ingredientes, iba a entrar a darles una clase, y ya luego saquearía el resultado.

Abrió la puerta de golpe, entró… y se arrepintió de hacerlo.

A sus “y tantos años”, el gran Madara, que pensaba que los humanos no podrían volver a sorprender a los espíritus, que esa época había, acababa de descubrir que si… podían sorprenderlos… y ¿por qué no?... traumarlos, dicho sea de paso.

1 comentario:

  1. jajajaja xD me encantooo este ambien estubo muy bueno °w° pobre nyanko-sensei xD

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