[SeIdea] Sweet & Sour [14 Candy Hearts]

Colección: 14 Candy Hearts
Anime: Totally Captivated
Pareja: Mookyul x Ewon

Sweet & Sour

Sostiene la mirada. Él, hace lo mismo, apretando el ceño. Y se quedan así, en una silenciosa batalla de miradas, durante minutos, en tanto en la cocina, se escucha el hervir del aceite, el murmullo de los alimentos al cocerse por la mano hábil de un rubio de ojos azules, que ignora la contienda que se llevaba a cabo en la sala, del suelo al sillón. Sin palabras, se remarca lo mismo: “Es mio”. Ninguno va a ceder, ni por lo que ahora se disputa, ni por quien trae el delantal.

Un leve gruñido, sale de la garganta del padre. El hijo responde hipando. Ya hay un ganador, aunque Mookyul quiera pensar que tiene oportunidad. Al pequeño Bae, le saltan las mejillas, emitiendo sonidos más altos de tener la clara intensión de llorar, si es necesario llegar a ese extremo para ganar, aunque su padre, el gran jefe, diga que es un método deshonesto. En el amor y la guerra todo se vale ¿no es así?

--Tramposo. –Dice Mookyul, haciéndose hacia adelante para alcanzar el pastel que esta en la mesita de centro, que Ewon ha apartado para colocar una colchoneta azul con patitos verdes y amarillos, donde Bae era vigilado por el Jefe. El pastel, era el motivo de la disputa actual. Bae lo había visto cuando su “mami” lo traía, y a sus 8 meses, lucia tan colorido, que lo quería, pero su “padre” se negaba a dárselo, así como se negaba a admitir que su “mami” era de él y de nadie más.

Lo del pastel, era un asunto que Bae estaba por resolver. En la cocina, al escuchar los primeros anuncios del llanto del pequeño, los sonidos metálicos se habían detenido. Eso puso en guardia a Mookyul, que entornó la mirada, sin querer admitir su derrota, ni soltar lo que por derecho era suyo (el pastel y el Zorro Jung).

--Ni creas. –Gruñó.- Son mi…

¿Tuyos?... la situación esta por cambiar, papi. Podía jurar Mookyul que Bae estaba pensando eso. ¡¿A quien demonios había salido parecido ese bastardo, que rompía a llorar como si el mundo se fuera a acabar, si no le consentían un capricho?!

--¡¿Qué le haces a Bae, Jefe?! –La pregunta, vino acompañada de un sonoro cucharazo en su espalda, con el que el ganador, fue coronado, y posteriormente alzado en brazos de su hermosa “mami”, cuya mirada fiera, le recordaba más que antes a Mookyul, a un zorro. Solo que su zorro tenía unos instintos maternales increíbles, que casi le hacían arrepentirse de haber insistido en adoptar un bebe. Y digo “casi”, porque pese a las disputas con Bae, que lo colocaban a la misma altura y nivel de madurez del bebe, estaba feliz de su pequeña familia. Aunque claro… ahora era un Jefe regañado y sin pastel.