martes, 14 de febrero de 2012

[SeIdea] Meteor Shower [14 Candy Hearts]


Colección: 14 Candy Hearts
Anime: Katekyo Hitman Reborn!
Pareja: Yamamoto x Gokudera

Meteor Shower
[Owl City]

Hacía frio. Mamá estaba enferma y en el hospital. Papá trabajaba hasta tarde. La casa, era un espacio vacío que me engullía al atravesar el marco de la puerta, y que al cerrarse, profería un grave grito de soledad que hacía que mi pecho doliera. Mis ojos ardían, y pasaba el puño con fuerza para apartar las lágrimas que querían salir. Mamá dijo que llorar era bueno si se estaba triste, pero no puedo estar triste porque si lo estoy, ella también entristecerá, y yo quiero que sonría como lo hacía cuando, junto con Bianchi que fue enviada a un internado hace un año, poco después de que la ambulancia viniera y se llevara a mamá para no regresarla, salíamos de paseo los cuatro, a la playa, al bosque, a donde fuera. Quiero ver su sonrisa, y escucharla decir que todo estará bien, que no hay motivo para sentir que donde dijo que estaba mi corazón, hay un agujero negro que se traga los colores del mundo.

La mochila cae al suelo. No lo soporto. No quiero llorar, pero es imposible. Así que corro a toda prisa fuera de casa, no importa a donde, de todas formas papá no se dará cuenta si no estoy, y a mamá no puedo verla, porque ha empeorado.

Tropiezo con la raíz de un árbol en el viejo parque de la pequeña ciudad japonesa a la que papá y mamá se mudaron antes de que yo naciera, desde Italia. Un escozor en las rodillas y los codos, me deja tendido en el suelo unos minutos, con la tierra transformándose en lodo pegado a mi rostro, por el caudal abundante de lágrimas que corren de mis ojos a mi garganta.

Sentado en el suelo, detrás de los arbustos tras los que se encuentra un solitario campo de juego, con columpios oxidados, una resbaladilla con la pintura gastada, y un sube-y-baja sin un asiento, de largas sombras perfiladas por el atardecer, hipo. Aun tengo fuerzas para retener los aullidos que empuja mi dolor, rasguñando mi garganta. Quiero ver a mamá, quiero escucharla tocar el piano y que me explique como crea esas canciones tan hermosas. Quiero dormirme en su regazo, y que me diga pequeño gatito malhumorado. La quiero.

--¿Estas bien? –Un niño de mi edad, aparece tapando el sol. Es un chico normal, de ojos cafés y cabello negro, como un modelo típico japonés, de los que hay en todas las clases, sin nada en especial, y aun así, al levantar la mirada hacía él, ya no puedo contenerme y lloro sin pudor, grito, llamo a mamá con desesperación, y acepto su abrazo, el abrazo de un desconocido que acaricia mi cabeza sin hablar, sin pedir que me tranquilice, o que deje de enterrar mis uñas en sus brazos.


Para cuando la noche cae por completo, estamos tirados en el suelo. Él rodea mi tembloroso cuerpo, aplastando su nariz en mis cabellos. Y aunque creo que no es algo normal, no me importa, es reconfortante tener a alguien a mi lado.

--Yamamoto Takeshi. –Levantó una ceja, sin entender.- Así me llamo. –Ríe, con una idiotez que nunca he visto.- ¿Y tú?

Bajo la mirada. Mamá me advirtió que no debía decir mi nombre a extraños… y también, que las lagrimas, solo pueden ser vistas por personas especiales. Entonces ¿puedo decirle mi nombre?

--Gokudera… -La voz me tiembla por los remanentes del llanto.- Hayato.

Yamamoto sonríe. Dice que tengo un bonito nombre, y dirige sus ojos al cielo. La luna, despliega sus mejores galas sin nubes que la opaquen, y las estrellas, le hacen coro.

--Ya casi es hora… -Esas palabras me entristecen, pero es normal. Seguramente tiene una familia que aguarda por él, y le dará la bienvenida con una cena caliente. Su mamá lo acogerá en sus brazos, y su papá le preguntara como ha estado su día. Si tienes hermanos, probablemente reñirá con ellos y luego jugara. Tan diferente a lo me espera en casa.- Para la lluvia de estrellas. –Aclara, adivinando por lo decaído de mi semblante, lo que he pensado.

Me encojo de hombros, haciendo puchero y apretando su camisa entre mis dedos.

--No es como si me importara… que tuvieras que irte. – ¿Lluvia de estrellas?

Levanto el rostro, buscando una respuesta a una pregunta no hecha. El chico ríe, y me acomoda en su pecho.

--Hoy hay lluvia de estrellas, y quiero ver si la estrella de mamá, esta entre ellas. –Lo dice tan fácil, que no entiendo lo que significa.- ¿Sabes? –Cambia de tema, aunque sigue siendo el mismo- Escuché que las lluvias de estrellas pueden conceder deseos. –Mis ojos brillan, y él, curvea de nuevo sus labios.- Así que… pidamos un deseo. –Señala la primera mota brillante que se despega del cielo, con una cola luminosa como los sueños.

Embobado, observaba como el cielo era invadido por cientos de brillantes ilusiones, mientras apretaba con fuerza la mano de Yamamoto, rogando, implorando, que mamá mejorara.

Al terminar la lluvia de estrellas, con la noche en su cenit, Yamamoto me lleva de la mano por las calles hacia su casa, y antes de entrar y que a su padre le domine el pánico por el pequeño gatito que trae su hijo, todo sucio y lloroso, me hace una promesa:

--Cuando veamos otra lluvia de estrellas, juntos, te diré el deseo que pedí.


Madre murió esa misma noche. De mi padre, a penas si volví a saber en los meses que le siguieron, antes de que se limitara a enviar un sobre con el dinero para mis gastos mensuales. A Bianchi, la vi ocasionalmente en navidad y año nuevo, visitas cortas y rutinarias, sin nada que decir, peleas carentes de sentido, y ni una sola mención de quien no volvería a darnos un beso de buenas noches. Finalmente, mi hermana decidió guardar distancia como mi padre, y enviar postales con “sus mejores y más sinceros deseos”.

Los años que vinieron, dividiéndose en sus meses correspondientes, en estaciones y fechas festivas, fueron llevaderos, solo gracias a ese idiota cuya sonrisa inocentona, lograba rescatar mi parte humana, a base de querer seguir viviendo solo para golpearlo.

--Io, Gokudera. –Su típico saludo castrante, parece no cambiar con el paso del tiempo ni un ápice, al igual que su estupidez. Aunque la segunda, quizás vaya en aumento.- ¿Estas listo? –Arqueo las cejas sin entender a que se refiere.

El friki del baseball me arrastra por las calles de Namimori, hacía un parque al que no he ido en 7 largos años.

--¿Qué hacemos aquí? –Pregunto, soltándome de un tirón, arrugando el ceño.

En lugar del sube-y-baja, ahora hay un enorme pingüino resbaladilla, rodeado de toboganes. Los columpios siguen en su sitio, pintados de un azul celeste, y un rojo vivo, con el que parecen nuevos. El atardecer cae, y las sombras se adueñan del suelo, sin impórtales lo que suceda con los humanos, si ríen o lloran, si se caen o se levantan, si siguen aquí o se esfuman.

--Cumplir una promesa. –Responde, y toma mi mano. Esta vez con una ternura que hace que mi cuerpo entero se estremezca.

--¿De que… promesa hablas, idiota? –Intento que la voz no me tiemble, que aquel extraño calor que surge en mi pecho y se esparce por mis brazos, pies, y en especial, hace énfasis en mis mejillas, no se note.

--Solo espera. –Se sienta en el suelo, y me obliga a hacerlo, no a su lado, sino entre tus piernas, sujetándome de las caderas, con mi espalda pegada a su pecho. Y en esa conexión, no se si es su corazón, o es el mio, el que late veloz… o si son ambos, que al unisón, confunden su tamborileo.

La noche se cierra en el mismo lugar en que te conocí.

--¿Recuerdas lo que te dije en ese entonces, cuando vimos la lluvia de estrellas?

--Si. Y no quedaron muy bien paradas con eso de cumplirme un deseo. –Replico, restándole importancia.

Hace una pausa, buscando en el cielo las palabras correctas.

--Fue mamá quien me lo dijo. Por eso viene ese día a pedirles que me la devolvieran. –La sinceridad con la que habla, me hace callar. Nunca le he escuchado hablar de ella así, como lo que es, un hermoso y cálido recuerdo, una palabra de aliento y una tierna mirada ingrávida en el tiempo.- Sin embargo ese día, al final, no pedí eso, sino que me concentre en otra cosa que ella también dijo antes de morir. –Gira mi rostro, con nuestras miradas encontrándose. Dos astros atraídos entre si, para colisionar.- Que las personas que se encuentran bajo una lluvia de estrellas, están destinadas a estar juntas para siempre.

No lo nota. La primera estrella a caído. Se alarga, y se pierde en el firmamento, detrás de las líneas de los edificios que nos rodean, impactando en lo mas profundo de las aguas heladas en las que quedó sumergido mi corazón, se ata a él, y con nuestros labios acercándose, como poleas, enrolla su radiante cola, para sacar a flote ese fragmento de mí que creí perdido... y que ha estado ahí todo el tiempo, a su espera.

--Estoy seguro, de que si las estrellas no concedieron tu deseo, es porque estaban demasiado ocupadas asegurándose… –Tu aliento hace cosquilla en mis labios. Mis mejillas arden.- de que nuestras manos, nunca se soltaran. –Me pregunto ¿Por qué no puedo mantener los ojos abiertos?... ¿Por qué cedo, y el espacio entre nuestras bocas, se reduce a cero?- Lo siento. –Una disculpa sin sentido.

Con los dedos entrelazados, con un beso a ritmo suave, recuerdo por qué no pude culparte y decirte mentiroso cuando mi madre murió, o porque no puedo rechazarte ahora. Porque esa noche de hace 7 años, mientras permanecía inmóvil en tus brazos, viendo como el cielo era recorrido por pinceladas luminosas, delgadas y fugaces, la mitad de mi corazón rogaba pasar contigo la eternidad, bajo esa lluvia de estrellas.
Dibujo realizado por Michi C. K.


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Notas de la autora:
Sep, este entre todos los “drabbles”, es menos drabble que el resto, pero… no se podía evitar. Amo a esta pareja, y esa canción, y si a esto le añadimos una imagen, que Michi C. K., me hizo el gran honor (y que agradezco profundamente) de darme para crearle una historia… si… fue totalmente inevitable.
Mientras escribía este one-shot, debo admitir que lloré, así que espero transmitir aunque sea un poco, quizás no lo de las lágrimas, pero si del sentimiento que surgió en una lluvia de estrellas.
Dedicado especialmente para Michi y Gd.

2 comentarios:

  1. hay estuboo hermosoo TuT me encantoooo te quedoooo esplendio ¡ lo ameee ! :3 jeje sos una genia >.<

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  2. Dios... simplemente hermoso *llora como loca* TTwTT

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