martes, 14 de febrero de 2012

[SeIdea] Panther [14 Candy Hearts]


Colección: 14 Candy Hearts
Anime: D.Gray-Man
Pareja: Lavi x Kanda

Panther

Visto de espaldas, era una hermosa dama.

Cabello largo sujeto en una cola de caballo alta, esbelto, cintura realzada por el cinturón del traje de exorcista, cuyo largo y vuelo podía confundirse con el de un vestido. Hermosos dedos. Incluso su rostro tenía algo de andrógino con esos fieros ojos oscuros, y un perfil que debes en cuando, al sumergirse en sus pensamientos, se suavizaba.

Una pantera. A eso le recordaba. Tan peligroso, tan majestuosamente beldoso, y a la vez, tan encantadoramente tierno.

Sin quitarle la mirada de encima, del otro lado de la mesa que compartían en la biblioteca de la Orden Oscura, Lavi se preguntó si una pantera podría sonrojarse. Su respuesta fue un “tal vez, aunque dudo que pueda notarse con el pelaje”. Empero, Yuu no tenía pelaje ¿no es así? Por lo que cabía la posibilidad de ver el rojo en sus mejillas ¿verdad?

Una sonrisa maliciosa se formó en los labios del pelirrojo.

Bien. Tenía el objetivo. Ahora solo faltaba el medio para conseguirlo.

¿Qué podía sacarle los colores al malhumorado exorcista japonés? ¿Un beso? ¿Una declaración? ¿Un poema? ¿Qué podría ser?

--Nee, Yuu. -No hubo respuesta, así que tomó aire, e insistió.- Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yuu, Yu…

--¡¿Qué quieres, conejo estúpido?! –Finalmente al espadachín se le agotó la paciencia, golpeando la mesa con los puños. Lo que fuera que Lavi tuviera que decirle, era mejor que lo dijera rápido, y lo dejara en paz, o se encargaría de que la línea Bookman desapareciera ahí mismo.

--¿Qué crees que te avergüence mas? -¿Qué clase de pregunta imbécil era esa?- ¿Qué te de un beso? ¿Qué te pida que seas mi Valentín? ¿O que simplemente te diga directo, lo hermoso eres, y cuanto te amo?

Un aura oscura empezó a formarse a espaldas de Kanda, que despacio, fue desenfundando a Mugen.

--Si querías morir, solo debías pedirlo, no rogarlo con tanta vehemencia.

--¿Eh? –Lavi esquivó por los pelos un embate que partió por la mitad la silla donde estaba sentado.- ¡Espera, Yuu! Hablaba en serio. ¡No tienes por qué enojarte! –No era la mejor suplica que podía presentar, pero al menos era sincera.

--¡Con tal ímpetu, ten por seguro que cumpliré tu deseo… –El japonés se preparó para otro ataque, con la espada en alto.- de ir al otro mundo!

Sin embargo, antes de concretarlo, Lavi logró deshacerse de Mugen y empujarlo hacía la mesa, tendiéndolo en ella. Sorprendido, Kanda se olvidó de poner resistencia, y para cuando se dio cuenta, era demasiado tarde. Lavi tenía sus muñecas sujetas con una mano, mientras con la otra le tomaba del mentón y se apoderaba de sus labios en un beso hambriento, en el que dejaba al descubierto el sentimiento prohibido para los Bookman. Un sentimiento ardiente que arrastraba a Kanda, y lo hacía ceder a sus propios deseos.

--Ya veo. –Dijo Lavi al separarse unos centímetros, sonriendo perverso y triunfante al ver el rojo teñir sus mejillas.- El beso en la práctica, era la respuesta. –Se agachó sobre su oído, lamiéndolo, y obteniendo a cambio un gemido ahogado.- ¿Y qué pasa si te digo que, desde que te conocí, me enamoré de ti?

El susurró que pretendió le diera paso a otras cuestiones, lo llevó directo a urgencias. Por lo visto, en la escala de vergüenza soportada por Kanda, las palabras, era lo mas alto, y sus consecuencias, las mas graves.

Lección aprendida. A la siguiente, lo atacaba sin hablar.

1 comentario:

  1. uuf .. que lindooooooo >.< te estoy comentando topo pero es imposible no hacerlo estn hermosas tus historias xD

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